jueves, 15 de febrero de 2018

Preacher (Predicador)


A veces, en vez de leer un cómic, el cómic te muerde, te mastica y finalmente te escupe. Acabas con la extraña sensación de que la historia te ha leído a ti, tocando algunas de las muchas llagas de nuestro mundo. Así era Predicador, un libro de Vértigo (una sub-editorial de DC de contenido adulto) que hacía hincapié en la ultraviolencia, el puritanismo religioso, la hipocresía y el vacío es espiritual de la sociedad occidental, todo a la vez. Tomando elementos del western crepuscular, Garth Ennis trazaba una historia en que la búsqueda existencial de Dios se vuelve literal mientras el mundo se va a la mierda por la vía rápida. En realidad, mientras el mundo se convierte en el asqueroso pozo de mierda para los traumas, miedos, parafilias y obsesiones del ser humano.

Recuerdo leer los dos primeros volúmenes del cómic con una mezcla de conmoción, atracción y aversión. La violencia era tan explícita que a menudo me parecía totalmente innecesaria y decidí dejar la historia en esos dos primeros tomos... Hasta que llegó la serie. Veinte años después de esos libros salió una serie de nada menos que la HBO (The Wire, Los Soprano) y le dí otra oportunidad.


La primera temporada es muy buena, sabe reflejar con maestría todos los angustiosos temas de los libros; los tres personajes protagonistas son muy carismáticos y están bien retratados; algunos detalles de la ambientación cambian, para reflejar los 20 años de diferencia, pero están bien adaptados y, finalmente, el argumento tiene los giros interesantes que tenía el cómic.

Los tres protagonistas darían cada uno para un extenso análisis psicológico. Comienzas conociendo a Jesse Custer, el Predicador, en una crisis de Fé. Después conoces su oscurísimo pasado cargado de traumas y su obsesión por estar a la altura de su padre y acabas descubriendo la enorme arrogancia y fanatismo que es esconde en su interior. Tulip, al contrario, es todo alegría. En un principio parece el perfecto contrapunto a Custer. Sin moral, sin escrúpulos e inestable como un paquete de nitroglicerina, la encantadora Tulip te acaba enamorando pese a su gran egoísmo y una buena dosis de miedos personales.

Y finalmente llegamos al personaje favorito de muchos, el gran secundario, Cassidy el vampiro inmortal, cuya sed de sangre y varias décadas de miseria drogas, putas, más drogas y  más putas no le han quitado las ganas de vivir. Aparentemente el peor de los tres personajes, nada menos que un yonki putero chupasangres, pero en realidad el más desinteresado de los tres y el que mantiene unido al grupo. Estos tres personajes constituyen un triángulo amoroso infernal desde el principio y el amor y el odio fluyen a raudales.


La segunda temporada tiene elementos muy interesantes, sobre todo en relación a la historia de Eugene, un chico muy desgraciado que trata de suicidarse, pero no lo consigue, dejándose la cara horriblemente desfigurada en el proceso. Somos testigos de como Eugene es víctima de Jesse y de toda la sociedad, que le da la espalda por su horrible aspecto. Y somos testigos de como Eugene tiene que escapar del infierno en el que se ha convertido su vida con ayuda de Hitler. Hitler, otro personaje con el que resulta difícil no simpatizar en la serie, pero no diré nada más por temor a los spoilers.

Sin embargo, la trama de los tres protagonistas en la segunda temporada se diluye bastante y pierde bastante de la potencia que tuvo en la primera, hasta que acaba siendo repetitiva y aburrida. HBO ha renovado la serie para una tercera, que saldrá este 2018. Quizás vuelva a la dolorosa agudeza de la primera o siga en la mediocridad de la segunda.


¿La habéis visto? ¿Qué opinión os merece?

2 comentarios:

  1. Me lanzaré a empezar de nuevo el cómic. Me gustó el inicio pero me pilló en una racha de tener muchas cosas en ma cabeza y lo dejé...
    Con la serie quizá me atreva tras leerlo.
    Molarían minis para BMG!

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  2. Las minis para Batman estarían un poco fuera de ambientación, en realidad. Uno de los rasgos principales de Vértigo (Constantine, Sandman, Predicador) es que existen ángeles, dioses y demonios, pero no héroes, ni superhéroes. En las reglas, Jesse Custer podría tener algún tipo de control mental sobre los enemigos que se le acerquen para reflejar el modo en el que usa a Génesis para imponer su voluntad.

    Por otro lado, Constantine, en 300 números a lo largo de más de 30 años no se cruza con ni un solo héroe. Tiene unos pocos encuentros y alianzas con Zatanna, Etrigan, La Cosa del Pantano y Fantasma Errante, pero en general queda muy lejos de Gotham y sus disfraces de licra.

    Y lo mismo podría decirse de Wachtmen, lo que me lleva a pensar que sí que es posible (incluso probable) que acabe apareciendo.

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