"Bob y Jim contemplan desde las gradas reservadas a los comentaristas el partido, el vampiro de porte aristocrático y piel más pálida que el mármol de Stirland sonríe mientras la sangre de los skavens y los gobins corre a raudales por el campo.
-A veces, sencillamente, no es un buen día para ser un goblin Bob, observa como fingen estar enfermos para que el entrenador no los saque al campo."
Tercera entrega de las Crónicas del Inframundo, en la que resumiré el desastre que han sido la cuarta y quinta jornada para los Mordheim Redskins. Porque hay veces en las que por más que te esfuerces en pensar tácticas inteligentes y tomar las mejores decisiones, la suerte no está de tu lado y también eso forma parte del BB.
Teniendo el liderato de la conferencia al alcance de la mano, mi cuarto partido me enfrentó a Khorne, un equipo difícil que además se arrastraba por los últimos puestos de la liga con nada menos que cuatro jugadores muertos o lesionados. Khorne es un equipo muy agresivo, ya que casi todos sus jugadores comparten la habilidades Furia (si no te tumban en una acción de placaje y te empujan están obligados a volver a placar).
La Furia es una habilidad que te puede poner en desventaja si el rival coloca a sus jugadores de modo que sólo tire un dado a la hora de placar, pero bien jugada es una habilidad magnífica, ya que permite encadenar placajes fácilmente, arrojar los jugadores por la bandas y abrir cajas con tranquilidad. Y, cuando delante tienes goblins de F2, Furia vale su peso en oro.
Poco pude hacer ya que fallaba hasta coger los balones del suelo una y otra vez, por no hablar del Troll, que se pasó la mitad de los turnos embobado. El resultado fue una derrota por la mínima, más por la mala suerte mía que por la buena suerte del rival. Al menos no me quedaron lesiones en el roster.
Ese mismo día, horas más tarde, encaraba el siguiente partido de la liga con ánimo, esperando que lo que Nuffle quita, Nuffle lo dé. Pero ah, iluso! ¿Acaso creías que la suerte iba a cambiar en el transcurso de tan pocas horas? Si el partido de la mañana fue una tragedia absurda el de la tarde se convirtió en una película de terror.
Me enfrentaba a un equipo de Orcos con bastante experiencia, en manos de un jugador con mucho gusto por las melees, las cajas y las tácticas de choque. Desde el primer momento el partido se me puso en contra, acabando la primera parte con 9 jugadores inconscientes y un Touchdown en contra en el último turno. La segunda parte no mejoró y el encuentro acabó con 13 de mis 15 jugadores en la enfermería. Un partido muy difícil ya que me vi rápidamente en inferioridad numérica, con jugadores más débiles y hasta el sol lucía demasiado fuerte (impidiéndome los pases).
Pero estas son las vicisitudes del BB, las dolorosas derrotas que hacen las victorias más magníficas. No escribo esta crónica para quejarme, sino para mostrar la otra cara del juego. No deja de ser un juego de azar, muy frustrante en ocasiones, ya que este tiene un gran peso y una mala tirada puede dar al traste todo un partido (y una liga).
De modo que pese a las palizas recibidas sigo en pie, preparado para pelear los dos partidos que me quedan. "Sabías lo que había cuando elegiste Inframundo", me dicen algunos. Y es verdad, es un equipo malo, verdaderamente peor que la mayoría y no puedes esperar ganar (ni siquiera pelear) todos los partidos.
Pero esa es la grandeza del BB, que pese a estar desequilibrado, pese a ser enormemente cruel y frustrante en multitud de ocasiones, no deja de ser un juego, una excusa para reunirte con los amigos, pintar una miniaturas chulas y reírte un rato. Y además con la excusa de sacarle al campo me he currado una conversión de Bomber Dribblesnot, el Star player bombardero, lástima que solo haya durado dos turnos consciente. Espero que os guste.
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